Había una vez un anciano muy pobre. Un día encontró un enano que apareció. Se hizo su abuelo y se lo pasaban de miedo. Aunque el enano era demasiado glotón.
El anciano encontró una fruta de oro. El enano se lo comió y se convirtió en un enano de oro. El anciano lo vendió y saco un pastón por el oro.
El anciano lo robo y con un conjuro que sabía lo transformo en un niño. Y volvió a ser abuelo.
Desde entonces ya no come mucho.
EL NIÑO APRENDIO QUE DEBE INTENTAR NO COMER MUCHO
Realizado por Emmanuel de 12 años
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Hola Emmanuel, me ha gustado mucho tu cuento y me parece muy interesante la moraleja, aunque el asuntillo del robo... bueno, lo importante es que has escrito un cuento muy bonito y que espero que sigas escribiendo muchos más. ¡Felicidades!
ResponderEliminarHola Emmanuel. Espero que nos escribas otro cuento para divertirnos otro ratito.
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